SAULO COHELO: UN AUTOR COMO POCOS....MUY POCOS.

Por Roberto Cossa Nostra Entro en la casa de Saulo Cohelo, y un sutil aroma de almizcle y canela invade el ambiente. Es que, en la alfombra de la entrada, hay un tarro de almizcle y otro de canela, y yo los piso. Cuando se escucha el ¡¡¡crak!!!, aparece Saulo vestido con un traje de etiqueta y batiendo un bizcochuelo medio grumoso. - Disculpame el traje, es que vengo de una recepción con el Embajador de Gana... y no em dio la "GANA" sacármelo jajajajajajajjaja! Todos en el ambiente literario conocen su sutil humor. Ese sutil humor que lo lelvó a ser el alma de las fiestas en 1988 y convertirse en humorista, pero en 1992 se produjo la revelación. - Yo estaba trabajando de humorista en el pub "Las cinco grandes verdades de la filosofía universal" ¿No? Tonce (sic) vino mi representante y me dijo "Che, yo no es por decirte ¿no? Pero por qué no te dedicás a otra cosa?" Y entonces entendí todo. Fue una revelación cósmica. Esa noche llegué a mi casa y escribí de un tirón las 673 páginas de "El Alpinista". Esa novela, producto de una afiebrada noche de copas, fue un éxito de ventas inigualable. Aunque escrita en 1992, hasta el 2002 no fue publicada, ya que el proceso de corrección llevó 10 años. - Sí, no sabés. Tachaba una palabara y la volvía a esribir. Era re indeciso. Mi esposa me alentaba con dulces palabras de afecto.... "a ver si terminás eso de una vez y te ponés a laburar" me decía la gordita.... Y entonces, en 2002, ante la estruendosa crisis que vivía el país, me di cuenta que era el momento donde todos iban a entender mis textos, y decidí publicarlo así como estaba. Y así salió. Lleno de tachones y palabras borradas. La primer edición -editada por Dunken- fue de 300 ejemplares que terminaron en los anaqueles más mugrosos de las librerías más ignotas. - Es que, viste, en este país no se puede hacer una obra seria sin ser un incomprendido. Y yo lo fui. Trabajaba de detective privado en esa época, y de pronto -mientras seguía a una mujer que engañaba al marido- vi que compró un ejemplar de "El Alpinista" y lo leyó en un café. Y mientras lo leía lloraba, la señora. Eso me dio fuerzas. Entonces me acerqué y le pegunté si le gustaba. Cuando le dije que yo era el autor, me abrazó fuerte fuerte. Me pidió que le firme el libro, todo. Después fue raro, porque encontré el ejemplar caído en el estacionamiento del café. Se le debe haber olvidado. Esta obra cumbre de Saulo Cohelo es -como ya todos sabemos- la historia de un alpinista que sube al pico más alto del mundo con sólo una herramienta: la esperanza. Luego de su primer edición, editorial Planeta decidió lanzarla al mercado mundial y traducirla a más de 60 idiomas, algunos de los cuales todavía no se hablan y otros ya dejaron de hablarse hace mucho tiempo. El resto es historia conocida. La lista de los libros más vendidos del 2004 en Burzaco lo incluyó en el 5to puesto. Todos los que somos de allí hemos leído esa maravillosa obra acerca de la comprensión humana, el esfuerzo por conseguir lo que uno quiere, una obra épica acerca del trabajo individual y la dominaci´ñon del mundo. Cientos de tesis universitarias avalan la calidad literaria de "El Alpinista". - Ahora estoy trabajando en otra, que tal vez se llame "Verónica quiere y debe morir", que es la historia de una prostituta que le gusta mucho la pinchila pero tiene cáncer de mama porque... viste como es Dios. Dios le da pan al que no tiene dientes. es así. Un hijo de puta. Tonce (sic) la tipa va y labura y se rompe todo y al final tiene cáncer de mama. es una hiostoria real, salvo lo del cáncer de mama, es todo verdad. Todo. Yo la conocí, la entrevisté varias veces, es re piola la mina. ¡Adios, Saulo Cohelo! Se aleja aclarando que "se me pasa el biscochuelo", y su espalda es la temple de une scritor posmoderno que trabaja en pro de sus fanáticos, dándoles alegría y razones para continuar viviendo en esta vida loca loca.