CLARO! AHORA CAIGO! LAS CHICAS SEXYS LEEN A NERUDA!

Situación en una librería de cadena, en cualquier capital argentina. Uno entra y mira para todos lados. Los colores de las tapas y los lomos invaden, confunden. El olor a goma de pegar y limpiador de alfombras dulzón invade la nariz, empalagando. Los vendedores se distinguen rápidamente: llevan la misma camisa, la misma corbata, todos tienen cara de concoerse de memoria la lista de precios, pero jamás haber escuchado el nombre de Kafka. Uno camina desconcertado por las ¿góndolas? ¿repisas? ¿mostradores? ¿cómos e llaman esas mesas que llegan ala cintura? y vemos el extraño ordenamiento de los libros. Nos preguntamos cómo pueden existir tantos libros en el mundo, si el mundo lee cada vez menos. Nos acercamos a un estante cualquiera, tratando de encontrar lo que queremos: El Hobbit, ponele, que justo regalé la copia que tenía. No vamos a comprar pero pa´chusmear nomás. - Hola, te puedo ayudar en algo? Uno piensa en McDonalds. A esa chica solo le faltan los granos. Sus senos escondidos, una corbata, la cara de estudiante de abogacía de primer año, los lentes culo de botella que tristemente ahora están de moda porque los usaba "Jose" en verano del ´98, y esa sonrisa fabricada con pasta de dientes y necesidad de un sueldo. Pobre., uno automáticamente piensa en destruirla: - Madame Bovary. lo tenés? Se le cayó el mundo. Mira para todos lados, como si el libro volara hacia ella. Nos mira de reojo. "Esperame" nos dice, para disparar hacia el milagro de la ciencia moderna de la búsqueda de lo que no sabemos qué es: LA COMPUTADORA. Ah! Si uno tuviese la sabiduría de una computadora de librería, no harían falta maestros ninja! Ella mira la pantalla: entró al mundo desconocido del archivo. teclea rápido. En ese momento uno empieza a aburrirse. Trata de buscarle la vuelta para hacer de esa situación algo memorable. Y ahí está: La mujer de nuestros sueños.menudita, morocha, pelo largo, remerita chiquita con una inscripción que dice "Truman capote" en lentejuelas, un jean ajustado y que le llega a la mitad del culo, se le ve la bombacha con el logo de Locomotion, y tiene lentes azules. Una chica "Kuriaky" que encima lee. Está ojeando un librod e tapas blandas, cuya edición es medio común...nos acercamos subrepticiamente intentando leer qué es. Y lo sabemos: 20 POEMAS DE AMOR Y UNA CANCIÓN DESESPERADA... AY! Uno empieza a recordar su juventus de lector de Neruda. Algún poema....."me gusta cuando callas...porque estás como ausente...." ¿cómo seguía??? Es la situaciñón perfecta para ser un capo, para decirle una poesía mientras ella está distraída, soprenderla y que nos ame en el acto. Uno hojea los libros de la misma estantería y está seguro que ella se dio cuenta que la están mirando, y que unoe s un eprvertido que la quiere violar. Los libros que uno encuentra: poesías de Benedetti, Cuentos de la Selva en edición para adolescentes, El perseguidor y otros cuentos, las Aguafuertes Españolas (alguien las leyó alguna vez???? Por qué nadie les da bola???). Uno los hojea rápidamente y sigue tratando de memoriar un poema de Neruda, uno completo.,....uno que lo haga quedar bien...... ¿Cómo era el de la sonrisa? Y ahí uno se acuerda: las chicas Cululú!!! Qué programa de radio ese que tenía el juegod e las chicas cululú!!! pero...¿qué tiene que ver con neruda? -Disculpe, pero no tenemos Madam Boborí - interrumpe la empleada de la librería. Unos e da vuelta e intenta explicarle que no lo quiere, que es uan broma.Sus ojos de estudiante de diseño abotonada en un trabajo que no entiende lo hacen pensar dos veces. - Gracias, no hay problema. - ¿Quiere ver la mesa de saldos? A lo meor está ahí -y señala - Esos libros están fuera de lista. - Si, ya voy... -dice uno desviando la mirada hacia donde estaba la chica de nuestros sueños. No está más. uno la ve hablando con otro empleado de la librería, flaco, con cara de aburrido, que no entiende nada de nada! Ay! Que derrota. la mesa de saldos not iene nada interesante. Uno odia las librerías, las cadenas, las mujeres, a Madame Bovary, a Madam Boborí, a Manuel Vincent, a Javier Marías, Cortázar, Borges y todos esos pelotudos llenos de gloria y mujeres. Camina hasta la salida. los autos lo saludan con sus bocinazos, la calle huele a humo y muerte. La chica "Kuriaky" sale atrás nuestro. La seguimos desganadamente, esperando que se de vuelta y diga "sí, te vi en la librería y me di cuenta que sabés mucho de libros pero no te acordás de ningún poema de Neruda. Tomamos un café?". Pero no, eso nunca pasa. GOGUI